Esta vez viajamos muy cerca para descubrir un paraje excepcional. A 90 quilómetros de Barcelona nos encontramos con el municipio de Cardona y su Parque Cultural de la Montaña de Sal con 100 hectáreas de superficie.

Desde el neolítico y durante siglos se mantuvo la explotación de sal de este yacimiento a cielo abierto. Con la llegada de la pólvora en el siglo XVIII, se abrió la primera mina. Este hecho desencadenó a principios de siglo XX una gran  industrialización salina que junto a la textil, transformó el municipio de Cardona duplicando la población.

La explotación de sal finalizó en 1990. Aun así, en la actualidad los más curiosos pueden seguir visitando la Montaña de Sal, pasear por sus increíbles galerías y conocer uno de los yacimientos de sal más importantes del país.

En muchos de los yacimientos de sal gema o de mina como el de Cardona, se encuentran otros minerales que hacen que esta sal no sea comestible si no es a través de un tratamiento adicional. En cambio la sal marina, mediante un proceso natural de evaporación del agua de mar, consigue una pureza cercana al 99% de cloruro sódico que la convierte en ideal para el consumo humano

¿Hacemos una escapada?