Cruzamos el Atlántico para descubrir uno de los salares más grandes del mundo. El de Uyuni, una llanura blanca de más de 10.000 kilómetros que se encuentra en la región andina de Potosí, en Bolivia.

Se cuenta que la antigua diosa Tunupa lloró grandes lágrimas cuando se enteró de la infidelidad de su marido Kushu con Kusina. Creó con estas un gran lago de sal que, al evaporarse el agua, se convirtió en un salar de 120 metros de profundidad.

Leyendas a parte, uno de los motivos por los cuales los viajeros visitan el salar en temporada de lluvias es el “White out”. Un mágico momento en que la sal se cubre de una fina capa de agua, convirtiéndose en un gran espejo, en el cual es difícil reconocer cual es el límite entre la tierra y el cielo.

Aunque el sector turístico en el salar (hoteles, circuitos de 4x4, avistamiento de flamencos, etc.) es actualmente una de las fuentes de ingresos de la zona, desde hace siglos la extracción de sal – cerca de 20.000 toneladas anuales - es una de las principales ocupaciones de los habitantes de la región. La extensión también es una gran fuente de bórax, potasio, magnesio y litio – una de las mayores reservas del mundo de este metal - .

¡Qué ganas de viajar!