Una escapada a un pueblo costero siempre es un buen plan cuando el tiempo lo permite. Hay que aprovechar los días en los que brilla el sol para ir a la playa, ¿pero qué tal si conocemos algo más la zona?

Una buena idea para los madrugadores más curiosos es visitar las lonjas de pescado. Las subastas de mañana y tarde presentan el pescado recién capturado que acabará ese mismo día en las pescaderías y en el menú de los restaurantes de las cercanías. El sistema de compra-venta se basa en la subasta holandesa. Se parte de un precio elevado que va reduciéndose hasta que algún interesado acepta el precio o se llega al precio de reserva (precio mínimo aceptado).

No todas las lonjas están abiertas al público en general, pero en las de pequeños pueblos de pescadores, los más curiosos pueden entrar y ver cómo es su rutina. Además, si eres un apasionado de la arquitectura, a lo largo de todo el país podrás encontrar fantásticas lonjas –algunas de ellas ya no ejercen su función- que datan de hasta más de cinco siglos atrás: Sa Llotja de Palma de Mallorca del S.XV, la Antigua Lonja de El Puerto de Santa María “El Resbaladero” que data del S.XVIII, la lonja neoclásica de Barcelona en el popular barrio de la Barceloneta o la moderna estructura de la Lonja de Fisterra en la Costa da Morte gallega.

¿Se te ha abierto el apetito? Pásate por nuestra sección de recetas y encontrarás interesantes recetas con Sal Costa Alta Cocina, prácticas y muy fáciles de preparar. ¡Buen provecho!