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DESCUBRIENDO LAS CREMAS BALSÁMICAS DE MÓDENA

De toda la gran variedad de vinagres existentes, hablaremos del que más nos gusta: el aceto balsámico. De origen italiano, lo conocemos por su particular sabor, fuerte pero con ligeros toques dulces, que acompaña tan bien a ensaladas y platos veraniegos. Se obtiene gracias a la maduración de los vinos procedentes de las uvas de las variedades trebbiano, malbec, barbera y uniblanc, típicas de la región de Emilia-Romagna, donde se encuentra la ciudad de Módena.

 

Sin embargo, nosotros nos quedamos con su versión más gourmet: la reducción de balsámico que aporta un sabor especialmente dulce y que consideramos un aliado perfecto para una presentación impecable de nuestros platos, ya sean dulces o salados.

 

En Sal Costa, contamos con una variada selección de cremas de vinagre balsámico, elaboradas a partir de la reducción de auténtico vinagre balsámico de Módena (IGP), desde el sabor clásico hasta los sabores frutales como los de la frambuesa, la naranja y el higo.

 

Con las cremas de Vinagre Balsámico de Sal Costa podrás elaborar recetas dignas de un chef. Son perfectas para postres, helados y frutas, así como ensaladas, carnes a la plancha, asados, patatas, quesos, arroces, e incluso con pescados como el atún o el pez espada.

 

Ahora que sabes más sobre ello, ¿te apetece una ensalada de tomates bien apetitosa y aliñada con un buen balsámico?