Desde abril estamos en temporada de merluza, ya que estos peces que habitan en aguas frías y profundas del Mediterráneo, Atlántico y Pacífico se acercan durante los meses de verano a la costa, cuando se realizan sus capturas.

La merluza pertenece a la categoría de pescados blancos, lo que hace que tenga un bajo contenido graso y calórico y que sea un alimento ideal para personas que están a dieta. Es rica en proteínas, vitaminas del grupo B - que intervienen en la formación de los globos rojos y del funcionamiento del sistema nervioso – y minerales como el potasio, el fósforo y el magnesio.

Se comercializa habitualmente en filetes, lomos o rodajas pero también podemos encontrar cocochas (protuberancias carnosas de la parte baja de la cabeza muy habituales en la gastronomía del Norte) y ventresca, considerándose estas dos las partes más sabrosas como también las más cotizadas.

Hay varias formas de preparar la merluza: a la parilla o plancha, al horno, rebozada y frita o según nuestra geografía - a la vasca, a la catalana, a la andaluza o a la gallega. Suele ir acompañada de una guarnición de patatas, marisco, verduras o salsas típicas como la verde, la mayonesa o la elaborada a base de vino blanco. ¿Te apetece algo distinto? ¿Qué tal una Merluza rellena a la sal?