Un consejo práctico a seguir durante todo el año es consumir productos de temporada, ya que los podemos adquirir frescos y a buen precio en el mercado.

De noviembre a marzo es la temporada de la alcachofa. Además de ser un producto económico durante estas fechas, entre sus propiedades encontramos que es rica en fibra, ayudando en el tránsito intestinal y en la digestión, y en inulina, favoreciendo el mantenimiento de la flora intestinal. Destaca por la presencia de minerales como el potasio, magnesio, hierro y calcio y es ideal después de los comidas en exceso ya que es muy depurativa.

La alcachofa se cultiva en muchos lugares aunque su origen se remonta al norte de África. Por esa razón, los cultivos se focalizan en la cuenca mediterránea, en la que Italia y España son los mayores productores a nivel mundial (70% del total de la producción). La más conocida en nuestro mercado es la alcachofa Blanca de Tudela (Navarra), pequeña, de forma redondeada y con las hojas centrales muy compactas.

A la hora de comprar alcachofas sigue este consejo: Elije las alcachofas más pesadas con las hojas gruesas y compactas.

¿Cómo las podemos preparar? Limpia bien las alcachofas dejando el corazón y las hojas más tiernas. Colócalas en un plato con un poco de agua para que el corazón de la alcachofa se mantenga tierno y jugoso. Añádeles Sal Costa Clásica y pimienta al gusto. Colócalas en el microondas con un chorrito de aceite durante 15-20 minutos, según su tamaño. ¡Y listo! Una guarnición ideal tanto para carne como pescado, o incluso como entrante.

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