Existe gran variedad de sales que se diferencian principalmente por su uso (alimentario e industrial), pero también por su tamaño (grano) y en función de la humedad contenida.

En el sector alimentario, la sal más popular es la sal fina o de mesa, que es la que se emplea en todas las cocinas españolas. Dentro de este grupo, encontramos la gama de Sal Enriquecida de Sal Costa con nutrientes, como la sal con yodo, con flúor, con ácido fólico o Sal Costa Plus que incluye minerales y oligoelementos como yodo, flúor, magnesio, calcio y fósforo. Una gama pensada para ingerir de forma práctica las cantidades de minerales y nutrientes que necesita nuestro organismo, complementando así nuestra dieta.

Pero además de este tipo de sal tan popular, el consumidor puede elegir entre una interesante variedad de sales, cada una con sus características, pensadas para la preparación de diferentes platos.

La sal marina, obtenida por la evaporación del agua del mar, es de grano grueso y es ideal para pescados, mariscos, verduras y carnes. En Sal Costa puedes encontrar dos tipos de sal marina: Sal Costa Tradicional, para preparar y potenciar el sabor de recetas tradicionales y Sal Costa Alta Cocina, sal marina refinada gruesa con un grano de sal especial para elaborar recetas a la sal como horneados o salazones.

La Flor de Sal, que también puedes encontrar en Sal Costa, se obtiene de forma artesanal de la primera capa cristalina que se forma en la superficie de la salmuera en los cristalizadores. Su textura es ligeramente húmeda y crujiente. Con una textura también crujiente, nos encontramos con la sal en escamas de Sal Costa, Essentiel. Por su presentación en forma de pirámides cristalinas, se trata de otra curiosa e interesante forma de dar sabor a los alimentos una vez ya están preparados.

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