¿Sabías que Sal Costa fue la primera empresa que comercializó sal para lavavajillas en el año 1962? Sí, la sal tiene un papel fundamental en el proceso de descalcificación de nuestro lavavajillas y de ello vamos a hablar hoy.

La descalcificación es un proceso en el que se suprime la cal a través del intercambio de iones de calcio y magnesio por iones de sodio. Este proceso consta de dos fases, descalcificación y regeneración y cuenta con la ayuda de una resina para llevarlo a cabo.

En la primera fase, el agua de las tuberías pasa por el depósito del descalcificador y los iones de  calcio y magnesio se quedan adheridos a la resina. Cuando ésta está saturada, la sal entra en acción: disuelta en agua, se hace pasar por el depósito para hacer el intercambio irónico y dejar que la resina vuelva a actuar sin problemas.

Desde Sal Costa ofrecemos una gama de sales para el lavavajillas de uso doméstico y profesional: granada, en pastillas y en tabletas. La irregularidad de sus partículas acelera la disolución por lo que regenera las resinas más rápidamente, hecho que permite una óptima protección para el lavavajillas y, por qué no, cualquier otro aparato descalcificador.
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