Hoy hablamos de una verdura muy popular en algunas regiones de España y en muchos países mediterráneos: la berenjena.

Comencemos por su valor nutricional: contiene una gran cantidad de agua y un bajo porcentaje de hidratos de carbono, proteínas y grasas lo que la hacen ideal para dietas de control de peso. Además, a la berenjena se la conoce como alimento fácil de digerir. ¿Por qué? Algunos de sus compuestos, responsables de su sabor amargo, son reconocidos por su efecto colagogo, es decir, estimulan el buen funcionamiento del hígado y la vesícula biliar. Todo ello favorece a la digestión de las grasas y hace de la berenjena un alimento recomendado para personas que padecen trastornos digestivos.

Ahora que conocemos sus principales características, solo nos queda responder una pregunta: ¿Cómo podemos prepararla? Asada, hervida, al vapor o frita. Sola o acompañada de carnes, verduras o arroz, en cremas o en tortillas. ¿Nuestros platos favoritos? Berenjenas rellenas al estilo griego (musaka), paté de berenjena (mutabal), escalibada de verduras, berenjenas fritas con miel y nuestra deliciosa Ensalada de berenjena y rúcula.

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