En esta ocasión vamos a hablar de un fruto que cada vez está más presente en las cocinas de nuestros hogares a pesar de su origen latino (Méjico, Colombia y Venezuela): el aguacate.

Al aguacate se le conoce sobre todo por su alto contenido en grasa, mayoritariamente monoinsaturada, muy recomendada para aquellas personas que tienen riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Su también alto porcentaje de ácido oleico ayuda a reducir las tasas de colesterol en sangre. Sin embargo a pesar de sus beneficios, cuenta con un alto aporte calórico que lo convierte en un alimento de consumo limitado para personas que padecen sobrepeso.

Respecto a su composición nutricional, el aguacate es rico en potasio, necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, y magnesio, que mejora la inmunidad de nuestro organismo y ayuda al funcionamiento del sistema digestivo, nervioso y muscular. Si hablamos de sus vitaminas, toca destacar su contenido en vitamina E y el poder antioxidante de ésta.

A la hora de adquirirlo hay que escoger los que estén ni muy maduros ni muy verdes. Además, es recomendable comprar solo aquellas piezas que vayamos a consumir en los próximos días y no almacenarlas durante muchos días. Una vez comprados los aguacates…¿qué podemos preparar con ellos? Desde un sencillo desayuno a base de tostada de pan con aguacate, sal y pimienta hasta una ensalada de verano pasando por platos de aires exóticos como un guacamole con totopos o con nachos, un ceviche peruano o makis japoneses con atún fresco. En Sal Costa apostamos por el Timbal de aguacate y tartar de salmón con crujientes escamas de Sal Costa Essentiel. Delicioso, ¿verdad?