Las judías verdes son una de las verduras más consumidas tanto en España como en el resto de Europa. Existen decenas de variedades pero las podemos clasificar principalmente en dos categorías: las judías de enrame, vainas gruesas y planas y las judías enanas, vainas más estrechas y redondeadas.

A nivel nutricional, las judías verdes tienen un bajo aporte calórico gracias a la presencia de hidratos de carbono (almidón) y proteínas. Son fuente de fibra y entre los minerales que podemos encontrar en ellas destacan el potasio, necesario para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y para la actividad muscular de nuestro cuerpo, y el calcio, fundamental para nuestros huesos y dientes.

A pesar de que podemos disfrutar de las judías verdes todo el año, la mejor temporada para su consumo son los meses de primavera y verano. A la hora de comprarlas, debemos seleccionar las que tengan un color verde vivo y sus semillas bastante marcadas, descartando las vainas más flojas y blandas y las más duras y fibrosas.

Las podemos preparar junto a otras verduras y hortalizas, como la zanahoria y el puerro, o con tubérculos como la patata y el boniato. También las podemos consumir con tacos de jamón o beicon, ventresca de atún en aceite de oliva o sardinas en escabeche. ¿Sin nada? Dales un toque especial con una buen vinagreta, una cucharada de mostaza de Dijon o un buen chorro de salsa de soja. En Sal Costa te proponemos una receta: Ensalada de judías verdes con piñones. ¿Te apetece?