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¿HABLAMOS DE PAN?

Hoy vamos a hablar sobre uno de los habituales de nuestra mesa y nuestra dieta

mediterránea: el pan. Y es que, a pesar de tener fama de engordar, su consumo es fundamental para una dieta equilibrada dado su alto contenido en proteínas vegetales, vitaminas, minerales y fibra.

 

A todo esto, ¿qué papel tiene la sal en su elaboración? Para empezar, el momento de su incorporación en la masa influye en el resultado final. Si se incluye al principio se obtienen piezas de menor volumen y con mayor corteza. Si se incorpora al final, las piezas resultan más grandes y la corteza más fina.

 

Sea cual sea el momento de su incorporación, la sal participa en una serie de funciones que permiten que el pan salga sabroso y esponjoso:

 

  • Fortalece el gluten. Aumenta la fuerza, tenacidad y manejabilidad de la masa.
  • Aumenta la capacidad del gluten para absorber agua.
  • Reduce la acidez de la levadura gracias a sus propiedades antisépticas.
  • Tiene efecto antioxidante.
  • Da sabor al pan y potencia su aroma.
  • Tiene poder conservante. Retiene la humedad de la miga y con ello aumenta la conservación del pan.

 

Ahora que ya sabes todos sus secretos… ¿te apetece adelantarte a Semana Santa y preparar Torrijas con chocolate y sal?